Para el día de la madre, el pasado domingo tenía ganas de hacerle algo a mi madre, pero como siempre no tenía mucho tiempo libre. Así que le hice unas sencillas galletitas de lo suyo, que es la medicina. Se que una madre se merece la tarta más preciosísima del planeta, pero ella sabe todas las batallas que tengo abiertas ahora mismo, que no me da para más ya.
Se las llevé al hospital porque estaba de guardia, ahí ella está con sus compis de urgencias de pediatría y sus galletitas.
La blonda de la decoración está hecha con gasas y vendas, para ir más acorde con el tema.
Un beso mami, te quierooooo.
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