... según mi adorado Jamie, claro está, pero testado repetidas veces por bebsweet y asegurado por todos mis comensales habituales.
Bueno, el caso, que estas albóndigas están pa matarse, son del libro de recetas italianas de Jaime Oliver, las hice por primera vez para aprovechar un resto de atún, y ya lo compro sólo y exclusivamente para hacerlas. Es una versión libre donde el pan es para el relleno y no para rebozar, y más cositas de esas libres que yo me monto sola...
Para la salsa usaremos un tomate frito casero de calidad. Yo tenía en casa unos botes de tomate casero en conserva que hice el otro día, que ya contaré como y porqué...
Su receta es mucho más elaborada, porque va cocinando lo que será la mezcla en la sartén. Yo pongo todo los ingredientes en la thermomix, por este orden, lo pico en velocidad 5-7 y salen bien:
- 400 gr. de atún
- 100 gr. de pan tierno (las pone más esponjosas)
- 70 gr. de queso (siempre las hice con parmesano, pero estas ultimas con Havarti quedaron más jugosas)
- 2 huevos
- 1 chorrito de aceite de oliva
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharadita de orégano
- 1 cucharadita de perejil
- sal
- pimienta negra
- la ralladura de 1 limón y el zumo de medio limón (según la original 1 zumo, pero a veces me han quedado demasiado limonadas así que medio es perfecto)
- 50 gr. de piñones, al final ya sin maquina, mezclado con una cuchara, para que no se troceen.
Pues una vez todo picado y bien mezclado, hacemos las bolitas de las albóndigas y las colocamos en una fuente. Metemos a enfriar en la nevera como 1 hora, para que reposen los ingredientes y se asienten los aromas.
Como no van cubiertas de pan rallado no hace falta freírlas sumergidas en aceite, podemos pasarlas por la sartén a fuego fuerte en plan vuelta y vuelta, así evitamos tanta grasa, hasta que estén doradas por fuera y crudas por dentro.
Cuando estén todas hechas, en la misma sartén podemos agregar el tomate frito y las dejamos cocer poco, entre 5 y 10 minutos porque el atún se cocina enseguida y se seca si nos pasamos.
Se pueden decorar con un poco de perejil picado, sin abusar para que no pise toda esa cantidad de aromas y de sabores que lleva, de verdad que sorprende la mezcla entre árabe e italiano, el limón, la canela, el queso.... una delicia.
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