Este año los reyes, que son súper inteligentes, me han traído dos libros relacionado con la cocina muy especiales. Este en concreto ha sido por seguir la línea del que me trajeron el año pasado, “El huerto en macetas” de Bob Purnel, con el que empecé mi aventura de plantar verduras en los alfeizares de las ventanas, y de donde conseguí sacar patatas, ajos, tomate cherry y lechugas, con mucha dedicación eso sí.
Bueno, pues como segunda parte me ha venido este regalo “Del Huerto a la despensa” de Maria Bueno. Y esta es la mezcla de una receta de tomate frito, con sus consejos para la conservación y esterilización.
Para hacer el tomate necesitaremos:
3 o 4 cucharadas de aceite
2 dientes de ajo
100 gr. de cebolla
1 pimiento verde de freír
100 gr. de zanahoria
1 Kg. tomate bien maduro pelado
azúcar
sal
orégano o albahaca (opcional)
Calentamos primero el aceite donde sofreímos los ajos con la cebolla, la zanahoria y el pimiento. Cuando estén tiernos añadimos el tomate y trituramos hasta como queramos dejarlo de picado. Saber simplemente que podemos triturarlo todo al final, pero entonces el aceite emulsionará y se volverá naranja. Añadimos la sal y dejamos cocinar unos 20 minutos.
Mientras tanto en otra olla ponemos a hervir 15 minutos los botes y las tapas que vamos a utilizar. Esta medida es para eliminar cualquier bacteria que pudiera haber en los botes, aunque los guardásemos limpios. El fregaplatos es también un buen esterilizante porque alcanza unas temperaturas que eliminan infinidad de bacterias, si están recién sacados del fregaplatos no es necesario hervirlos antes.
Comprobamos el tomate, si queda demasiado liquido, lo dejamos más tiempo para que hierva y se evapore, hasta la textura deseada. La zanahoria se usa para evitar la acidez, así que si sigue estando algo ácido, le añadiremos un poco de azúcar para eliminarla. Es el momento también de añadir orégano o albahaca si nos apetece.
Llenamos los botes aún calientes con nuestra salsa también en caliente, sin llenar hasta arriba dejando como un dedo hasta la tapa para que no estalle y los cerramos. Ponemos un olla con agua a hervir donde colocamos un trapo en el fondo, los botes con la tapa hacia arriba y totalmente cubiertos de agua, y otro paño sobre los botes, empapado, dentro del agua, que hará de tapa y evitará roturas. Hay que observar que las tapas estén en buen estado y que no entre nada de agua en los botes. Para la esterilización del tomate tienen que hervir 20 minutos una vez alcanzado pasado el punto de ebullición. Si lo hacemos en la olla rápida no es necesario el trapo superior y el tiempo total es 10 minutos.
Con esta cantidad salen como 3 botes de salsa, pero si os encontráis con una cantidad grande de buen tomate, aprovechad y dejar vuestra despensa llenita de maravilloso tomate casero.
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